Mi buen amigo Luis Pedro
Me he emocionado leyendo tus palabras, que lógicamente aún destilan una enorme tristeza, un profundo recuerdo y una inevitable añoranza por una de las mejores personas que he conocido: tu padre, mi buen amigo Luis.
El conocimiento de su marcha ha dejado en mí un gran vacío, pues aunque fueron pocos momentos los que estuve con vosotros en estos últimos años, pude apreciar la enorme calidad humana que atesoraba tu padre, además de ser un excelente aficionado a esta pasión que nos une. No hace falta que te disculpes, pues entiendo perfectamente tus razones y los sentimientos de tristeza que a veces nos ahogan, impidiéndonos comunicar este tipo de noticia. Ya sabes el enorme aprecio que os tengo.
Debemos refugiarnos en su recuerdo, tratando de buscar los aspectos positivos que compartimos, aunque como es lógico tú almacenas muchos más. Hemos sido afortunados testigos al compartir algunos momentos de su vida, en mi caso muy pocos debido a la distancia que nos ha separado. Personas como tu padre son irrepetibles, únicos, ¡ qué gran suerte la mía de haberlo conocido !.
Amigo Luis Pedro, mucho ánimo, mis mejores deseos para superar esta dura prueba que te pone la vida, yo también tuve esta triste experiencia hace cinco años. No tengas miedo a salir solo al campo, trata de superar en la medida de lo posible la tristeza que acarrea su ausencia, pues seguro que tu padre, mi buen amigo, te estará observando y además disfrutando con tus alegrías cuando vivas un lance del reclamo destacable. Un fuerte abrazo.
Manolo R.