Esta milenaria modalidad de caza ha sido practicada de forma tradicional durante muchos años y dispone de un gran arraigo en aquellas comunidades donde está legalizada esta actividad cinegética.

Uno de sus aspectos negativos radica en el desconocimiento profundo que existe por parte de aquellos que no la practican, algunos de los cuales se atreven a exponer opiniones en su contra, sin haberse informado y documentado previamente sobre esta  forma de cazar.

Perdices

"Perdiz1" by Juan Lacruz - Own work. Licensed under CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons.

Entre los argumentos esgrimidos por parte de algunos sectores, que no titubean a la hora de posicionarse en contra de ella, está en señalar el enorme daño que causa a la población perdicera,  debido a la cantidad de parejas que se eliminan cada año en los puestos del reclamo, lo que teóricamente repercute negativamente al año siguiente en la densidad poblacional de la perdiz.

 

Hay que recordar, a todos aquellos que piensan de esta forma, que esta modalidad de caza se caracteriza precisamente por el escaso número de perdices que se tiran en una temporada, y las que se abaten en otras modalidades de caza disponen de la  misma capacidad reproductora que aquellas otras cazadas en el puesto del reclamo.

La caza de la perdiz con reclamo ha estado sujeta a continuos vaivenes políticos, a persistentes rumores sobre su supresión, a disposiciones legislativas que no la han beneficiado y también a ataques sin sentido, que han intentando dinamitar esta apasionante modalidad de caza. Es decir, son muchas las ocasiones en las que se ha cuestionado siempre su futuro.


A pesar de ello, y tras múltiples intentos fallidos, se sigue practicando, pues es una modalidad legal que cuenta con excelentes aficionados que saben cuidar, ya no sólo a sus reclamos durante todo el año, sino además tratamos de mostrar un exquisito respeto por el medio ambiente,  practicando siempre una caza sostenible.


No se nos debe de olvidar que esta modalidad de caza nos puede servir como  poderosa herramienta de gestión, sobre todo en aquellas zonas cinegéticas donde el envejecimiento de la perdiz es más que evidente. Con este sistema legal de caza se eliminan parejas estériles y machos que ni crían…ni dejan criar, favoreciendo las nidadas de aquellas otras parejas más jóvenes, que aún disponen en su plenitud de toda su capacidad reproductora.

Otro de los motivos que se exponen, para volver a situar el futuro de esta modalidad en el escalón de la incertidumbre, proviene de la Carta de Emplazamiento emitida por la UE a España. Esta misiva envenenada cuestiona su legalidad, al poner en  fechas coincidentes la puesta de la perdiz y la que corresponde con la práctica del reclamo. Ciertamente, es un error de bulto tratar de exponer paralelismos de este tipo, máxime cuando es obvio que no existe tal coincidencia.


De nuevo, nos encontramos con otro ataque a esta modalidad de caza, totalmente injusto. Otra vez volvemos a estar en el ojo del huracán al cuestionarse su existencia, dando así vida a la posible prohibición que siempre encuentra disponible el legislador de turno.

Ante este nuevo atropello nos cabe decir que esta modalidad de caza, además de ser una caza selectiva, milenaria, que hunde sus raíces en la tradición, es una caza sostenible que respeta escrupulosamente los ciclos reproductivos de la perdiz. Disponemos de numerosos argumentos técnicos, de variadas razones científicas y de sobrados elementos probatorios para rebatir idea tan descabellada.


¿Qué futuro depara a esta modalidad de caza? ¿Qué futuro tenemos todos aquellos aficionados que vivimos ilusionados todo el año cuidando nuestros reclamos, esperando vivir, durante la siempre corta temporada cuquillera, algún lance importante?


El futuro pasa por salvar este nuevo obstáculo que se nos presenta en nuestro camino, el cual estoy seguro que superaremos. Acostumbrados a los continuos ataques que sufrimos, los aficionados a esta apasionante modalidad de caza trataremos de pasar página a este nuevo lamentable episodio de acoso y derribo a nuestra modalidad.

Somos un colectivo de cazadores que nos caracterizamos por una enorme paciencia, que es la principal cualidad de todo aquel aficionado que se tiene por buen cuquillero. Nuestra modalidad de caza dispone también de buenos cimientos y de una enorme fortaleza que nos ayudan a vencer todos los vientos huracanados que tratan de derribar nuestra ilusión permanente, así como nuestra enorme afición.


En fin, los aficionados al reclamo de perdiz esperamos tener un futuro donde podamos seguir disfrutando de esta apasionante modalidad de caza, la cual nos mantiene en celo permanente durante todo el año. 

Manolo Romero